En un pequeño pueblo justo en el medio oeste americano, Suzanna, de 23 años, cambia de género y se convierte en un niño: Coby. Su transformación altera profundamente la vida de todos los que la aman. En última instancia, la crisálida de Coby se convierte en la de toda una familia obligada a modificar su propia perspectiva. Aquí no solo está en juego una metamorfosis física, sino también una espiritual que finalmente tiene lugar bajo la mirada luminosa e inesperada del director.